mañana
Domingo, 6 de noviembre. Y empiezo el día escribiendo. Sentía un sopor en la cabeza de no poder dormir más. Las ganas de buscar productividad después de haber estado compartiendo la felicidad de alguien más me acechan. Me soñé con mis amigos de la casa. Di vueltas en la cama cien veces, a veces con frio, otras con calor. Otras con sed, otras con pesadez. Otras despertándome, mirando el reloj y sabiendo que podía dormir más. Pero sin ver la hora de que mi alarma sonara y me pudiera parar del todo. La dinámica de vida siendo estudiante en un campus universitario es muy diferente. Hay mucha independencia implicada. Muchas decisiones, pero al mismo tiempo todo está diseñado para que esas decisiones sean lo menos frustrantes posibles. Algún estudiante lejos de casa podría perfectamente tener su rutina de ir a su cuarto, gimnasio, tener todo organizado, ir a comer a la cafetería con un sistema de pases que ya está establecido, y calculado para no tener que pensar en la plata...
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